2 may 2015
Charlene y yo
Para hablaros de mi pequeña-gran creación, CHARLENE (www.charlene.es), primero tengo que trazaros un ligero boceto del camino que me llevó a ella ¡No os asustéis, son solo unos puntos para que comprendáis el por qué de algunas cosas…!
No puedo comenzar este relato sin retrotraerme a mi infancia, una etapa feliz en la que a menudo me “aislaba” del mundanal ruido para meterme en la piel de otros personajes a través de mis primeras lecturas, vivir nuevas aventuras y viajar a lugares insospechados. Así, gracias a Bécquer fue como empecé a interesarme por los misterios de este mundo y del que parece ser que trasciende a él. Es la primera lectura completa que recuerdo siendo niña. Luego vinieron una variedad infinita de opciones: desde cuentos infantiles hasta pequeñas biografías, periódicos o las revistas de moda de la época (¿Os acordáis de la Súper Pop?). Con esto quiero deciros que, sin querer, fue desarrollándose en mí un amor por las letras que fue decisivo a la hora de decidir mi futura profesión una vez que terminé mis estudios básicos.
Aunque en un principio estudié un FP de Grado Superior de Secretariado y, posteriormente un Módulo de Grado Superior de Imagen y Sonido (y, entre medias, infinidad de cursos y prácticas en empresas) fue en el año 2003 cuando finalmente me matriculé en la Facultad de Comunicación de Sevilla para estudiar Periodismo. En esta época, la carrera de Periodismo duraba 5 años y éstos fueron, para mí, los mejores años en mi más o menos extensa época de estudiante. Realicé varias prácticas en distintas empresas e iba aprendiendo de todas ellas, a la vez que me reafirmaba en lo afortunado de mi elección.
Sin embargo, cuando me licencié (en el año 2008) encontré un dibujo de la realidad laboral muy diferente del que me había imaginado. Con la tremenda crisis económica golpeándonos con fuerza sin previo aviso, comprobé cómo a cada medio de comunicación al que me dirigía para solicitar un puesto de trabajo me explicaban que era un mal momento y que (en casi todos los casos) incluso estaban reduciendo sus plantillas. Recuerdo la mezcla de amabilidad, tristeza y ternura con la que muchos redactores jefe se dirigían a mí, supongo que envueltos en sus propios problemas e inestabilidad laboral… ¿Qué hacer ante esta situación que se alargaba meses e incluso años? Fue así como decidí echarle valor, plantarle al mal tiempo buena cara y lanzarme a un proyecto tan loco como hermoso: crear mi propio medio de comunicación.
Sabía que no obtendría grandes beneficios con él en un momento tan convulso. Iba a ser un medio de comunicación nuevo, con ningún recorrido anterior y, en consecuencia, sin reconocimiento. Pero no me dio vértigo. Con mucho esfuerzo y dedicación, muy pronto CHARLENE obtuvo la confianza de un público incipiente y de sus primeros colaboradores.
¿El secreto? El trabajo arduo y la elaboración de una información veráz, interesante, contrastada y, sobre todo, muchas dosis de cariño. Eso fue todo. Miento. Todo no. Llegados a este punto tengo que destacar la inestimable e impagable ayuda de mi compañero y amigo David Borrallo, creador de su propia empresa Nemusmedia.
David Borrallo me enseñó a cambiar la mentalidad del periodismo concebido para el papel, hacia lo digital. Fue el encargado de dar forma a todas mis ideas (con el mérito añadido de que me suelo explicar como un libro cerrado) con una exactitud impresionante. Yo le exponía mis ideas (relativas al diseño web, etc.) y él las captaba y las hacía realidad con una facilidad pasmosa.
También me introdujo en el mundo del posicionamiento SEO y en tantas y tantas cosas necesarias para la dirección y edición en solitario de un medio de comunicación. Eso sí, contando con el buen hacer de excelentes profesionales y colaboradores como Javier Alonso Ezquerra, Txemi Santamarina Cabriada, Narciso Bellido Delgado, José María Fernández Molina, y (más actualmente, pero no por ello menos importante) Rafael Guerrero Elecalde.
Todos y cada uno de ellos han formado y forman parte de la gran familia que hoy es CHARLENE y han contribuído enormemente al éxito y a la afectuosa acogida que este medio ha tenido ¡Para todos ellos mi sincero agradecimiento desde estas líneas!
Hoy por hoy, sigo trabajando incansablemente en este proyecto que no ha hecho más que despegar y que a buen seguro irá mejorando día a día para ofrecer contenidos de calidad a todos nuestros lectores. Para mí no hay nada más gratificante que las notas y correos que recibo de muchos de ellos diciéndonos que estamos en el camino correcto y animándonos a seguir ¡Así lo haremos!
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Mi enhorabuena por tan magnífico trabajo.
ResponderEliminarBesos!
¡Mi querida Sonia, muchas gracias! Es un trabajo que requiere mucha dedicación y esfuerzo, pero muy, muy gratificante. Y, sobre todo, que me encanta :)
EliminarNo sabes lo identificada que me siento con tu relato!! A mi me pasó lo mismo...la maldita crisis me ha cerrado las puertas ( también estudié la Universidad de Comunicación ) , con el añadido de que yo, por amor 😊😊..tuve que cambiar de residencia y así llegué a España . Pero aquí..me encontré con mas trabas en el camino, no sabia que costaba tanto poder homologar mis estudios , cosa que todavia no he podido hacer en los 8 años que llevo aquí...demasiada burocrácia y demasiado dinero para mis posibilidades!Pero nunca pierdo la fé..también estoy proyectando alguna salida! ¡Muchas Felicidades y mucha suerte en tu nueva aventura ! Prometo mirar mas a fondo tu " Charlene " 😊😊😊Un abrazo
ResponderEliminarEres una gran luchadora, Elena. Por favor, no dejes de intentar homologar tu título porque tu buen trabajo te costó conseguirlo... Al final seguro que lo consigues, ya lo verás.
EliminarMe alegra mucho que estés preparando tu propio proyecto, para el que te deseo toda la suerte del mundo, por experiencia te digo que hay que luchar muchísimo, pero la recompensa es muy gratificante. Espero que me mantengas muy informada. Estamos en contacto ;) Besines