En esta ocasión, los tonos protagonistas han sido el verde y el champang porque su mezcla recuerda a las hojas que están comenzando a secarse y a caer con la nueva estación. Hay que ser consecuente siempre con la época del año en la que estemos, por eso, en este caso, he elegido un modelo muy inspirado en la naturaleza.
El tocado es una creación de la diseñadora granadina de sombreros, tocados, accesorios y complementos Mar Cano. Concretamente se trata de una diadema con motivos florales que van enmarcando el rostro hasta algo más de la mitad de la cabeza, con lo cual se crea una asimetría que resulta muy elegante.
Como podéis ver, los tonos del tocado casan a la perfección con los colores del vestido, así como el juego de curvas y ondas, que se repiten en ambas piezas.
El vestido es obra del diseñador Pepe Fernández, de Sevillanía, cuyos diseños de flamenca, novia y fiesta me encantan.
El que luzco en esta ocasión muestra claramente las raíces sevillanas del diseñador, con una línea a modo de volantes que parte desde la cintura y bordea la cola otorgándole una gracia que remata el complemento del tejido vaporoso cubriendo el raso de su interior ¡El contraste es maravilloso!
FOTOGRAFÍA: DANIEL SERRATO MUÑOZ
Personalmente, me parece muy correcta la elección del vestido largo para eventos de tarde o noche, dejando las prendas más cortas para los de día, al igual que ocurre con el maquillaje. Todas sabemos que para la noche podemos permitirnos la licencia de destacarlo más, mientras que el día requiere un toque más suave y natural.
¿Y vosotras, qué opináis?, ¿os ha gustado mi look?
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